2007-11-26

McLuhan, ultimo gran pensador de la edad del fuego


La Fundación Telefónica de Buenos Aires ha organizado en octubre un seminario con el tema : En la estela de McLuhan. Esa invitación apoyada por la Embajada de Canadá en Argentina, me ha dado la oportunidad de subrayar unas ideas polémicas enfrente de McLuhan, uno de mis maestros mas importantes y provocadores en los anos 1970, pero que se necesita reconsiderar hoy con el tiempo pasado y el espectáculo de la globalización. Me parece importante contestar la interpretación y admiración que tenemos por McLuhan. El fue un genio extraordinario en su tiempo, el ultimo gran pensador de la edad del fuego, pues el funda su teoría sobre el poder de la luz, aquella parece como la mas reciente etapa de la edad del fuego. Y por eso, el habla del masaje mecánico que procura el médium; el sugiere que la pantalla de la televisión bombarda el espectador con partículas eléctricas; el se interesa a la tipografía tradicional, como en su libro Counterblast, que tiene un olor de plomo fundido. Su famosa teoría de las medias calientes y frías se base sobre una metáfora térmica que tiene mucha ambigüedad, incertidumbre sino una falta de sentido. Me recuerdo que cuando enseñe McLuhan en la Sorbona es los anos 1970, yo tenía siempre dificultad para explicarlo.

En el ultimo capitulo de Understanding Media (1964), hablando de automación, McLuhan presenta cibernética como el mayor desarrolló de la electricidad. ¡No es! Sin duda, McLuhan nos ha preparado para entender la importancia de las tecnologías de comunicación,

pero no ha entendido que la información es algo totalmente diferente de la electricidad. Del fuego hacia lo digital No podemos extender la electricidad a la información.

Información es una nueva metáfora para una nueva cosmogonía.

Tenemos que analizar esa mutación antropológica para llegar a Understanding Information.

Entrar en la edad digital, en la sociedad de información, nos invita analizar la estructura

y la sensibilidad de la información digital. Podemos decir, en su estilo que el médium es la sensibilidad, pero es inaceptable hoy de decir siguiendo como el, que el médium es el contenido. No estamos mas en la metáfora de las termodinámica. Estamos manejando informaciones, entonces: contenidos de nuevo! y a acceso a esos contenidos. Si se desvalorizan los contenidos, vamos a entrar en una edad de emociones puros, de manipulación, de pensamiento mágico y perder nuestro espíritu crítico, lo que seria un nuevo oscurantismo. Contenidos requieren más esfuerzos que ¡un sencillo clic!

Seguimos entonces en la crisis del pensamiento lineal debida a la posmodernidad y al posracionalismo.

Además no hay una aldea global, como lo anuncio McLuhan. Al contrario, buscamos diversidad y pluralidad. Las vemos como valores de alto nivel. Nos protegen del totalitarismo, del imperialismo y universalismo, de la uniformización, del pensamiento único. Estamos siempre entre caos y cosmos, donde la creación ocurre. No hay más una interpretación del mundo única, evidente, global, coherente. Estamos con la necesidad de dar sentido al mundo nosotros mismos, de dar al mundo un sentido humano. La aldea global de McLuhan es un sueno de América del Norte que legitima hoy al neoliberalismo y al imperialismo americano. Es hoy un sueno de business man. En realidad hay dos polos: la unidad virtual del planeta y la diversidad real de las aldeas. Vivimos en un mundo fragmentado, de comunitarismos, de neotribalismo, de brecha digital. La información en los media también es fragmentada, como una multitud de cápsulas.

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