2010-12-19

El declino previsible de Facebook




¿Quién osaría hoy negar la importancia de los medios sociales? Nos parecen como fundamentos de las comunicaciones digitales, alimentados sin cesar por la contaminación viral. Seguimos corriendo entre Myspace, Youtube, Twitter, ansiosos de aparecer en todos. Según Reid Hoffman, el fundador de Linkedin (70 millones usuarios), “Myspace es el bar, Facebook el barbacoa al fundo del jardín y Linkedin el oficio”.
Observamos que esos medios sociales se han multiplicado rapidamente: Flickr, Myheritage, Trombi, Last.fm, Plexo, Classmates, Viadeo, Xing, Jobssip, Renren Xiaonei en China (una imitación de Facebook - se traduce por “La gente en el campus”), hasta en África con soporte del celular: iYam.mobi, creado por Fritz Ekwoge.
Facebook mismo, nascido hace seis años, parece crecer hoy de un millón usuarios cada tres meses, según los asombrosos e incomprobables números publicados, hasta alcanzar 600 millones a fines de 2010. Se dice que uno de cada dos Canadienses participa en Facebook - hasta tal punto que Canadá seria “una nación Facebook”. Y su volumen de negocio, de 635 millones en 2009, alcanzara probablemente los mil millones a fines de 2010.
Según el Instituto norteamericano Hitwise Facebook puede prevalerse de 3% visitadores únicos más que Google y de más páginas vistas, mientras que el lanzamiento de “Google me” está una vez más diferido. Se considera que Facebook atrae ahora 25% del tránsito en los Estados Unidos.

Hay modas en el mundo digital

Considerando que la sed para socializar, así como el sentimiento de soledad dentro de nuestras masas individualistas no va a disminuir ¿Cómo es posible anunciar hoy el declino previsible de Facebook? Las razones son muchas.
Facebook ha nascido como una red de adolescentes en busca de amigos - hasta crear una competencia de cada uno para enorgullecerse que los suyos sean siempre más numerosos. Y sabemos ya que todos semejantes entusiasmos, los aquellos las nuevas generaciones de jóvenes se identifican sucesivamente, son efímeros, que se expresan con modas de trajes, grupos de música o danzas. Así la generación Facebook envejecerá y dejara la mano a otra. Ya muchos dicen que “Facebook es aburrido y anticuado.” Lo mismo ocurre con las modas rápidas en casi todas las herramientas y los programas digitales. Los relojes digitales han encontrado un éxito extensivo y legitimo durante unos anos, pero han casi desaparecido hoy de las tiendas. La moda se volvió de nuevo en favor de agujas largas sobre esferas grandes pero ofreciendo mucho menos informaciones que sus precedentes digitales. No hablamos mas de Second Life y hemos olvidado su éxito de hace aun tres anos, cuando cada uno deseaba crear su avatar en ese juego, acumular su moneda convertible en dólares, especular con los terrenos virtuales; me recuerdo que cada empresa importante, cada institución hasta las universidades tenían casi una obligación social y comercial de abrir y animar una tienda, un oficio, un escaparate virtual en Second Life. Hoy una inversión perdida.

Desconfianza

Es verdad que las nuevas generaciones se aficionan hoy para la transparencia y la autenticidad, pero observamos también que los medios sociales como Facebook despiertan más y más desconfianza. Es cierto que muchos jóvenes, cuando exhiben ingenuamente sus vidas privadas, crean fichas sobre sus mismos con datas personales disponibles para todo uso, lo mejor como lo peor. Una enquista reciente por sondeo de parte de Iligo, una agencia Francesa de análisis de comportamientos de los consumadores, nos informa que 80% de los usuarios no tienen confianza en las políticas declaradas de los medios sociales.
Hablando de Facebook, lo más reconocido de todos, muchas polémicas han forzado sus dirigentes a echar y ofrecer concesiones para guardar las apariencias. Sin embargo sigue difícil salir de Facebook, y si se logra, aparece un mensaje para “tranquilizar” el evadido informándole que en caso de su cambio de idea, si él desea reinscribirse en Facebook, encontrara de nuevo sus archivos intactos, los data mismos que el intentaba de borrar definitivamente para proteger su vida privada y su futuro. Esas dos caras de Facebook, la una tan simpática y atenta, la otra de explotación comercial escondida, parecen muy contradictoras.
Contradicciones
Tim Berners-Lee, el inventor de la Web hace precisamente 25 años desde el último mes de Noviembre, acaba de publicar un artículo para criticar con insistencia “el carácter cerrado” de la plataforma Facebook. También hay que subrayar a pesar del anunciamiento reciente de Facebook para reemplazar el “viejo obsoleto correo electrónico” por un nuevo medio de intercambio más rápido y flexible como el “chat”, que ese medio social no ofrece verdaderas innovaciónes tecnológicas en el campo de sus funcionalidades. Además carece de profundidad dedicándose primero a intercambios individuales superficiales y sin contenido. Mucho más, no veo como esa plataforma estará capaz de sobrevivir a una contradicción evidente entre las relaciones ingenuas de adolescentes y los usos adultos corporativos y profesionales tales como campañas políticas, comerciales, humanitarias, o debates literarios, científicos, históricos, académicos, etc. Encontramos de nuevo dos caras de Facebook muy divergentes. Las clientelas así como los usos e objetivos son diferentes. Esa plataforma resulta demasiado larga para no parecer pronto frágil y disfuncional. Sin contar el abuso comercial siempre amenazando de explotación de los datos personales, que sea para el marketing individualizado o cualquier control profesional o policial, lo cual incita muchos a salir de Facebook y ha provocado una iniciativa alternativa, la de Diaspora (Nova York, Mayo de 2010). Sus iniciadores – otros estudiantes – ofrecen de desarrollar una plataforma con código abierto open source, para permitir a los usuarios de controlar directamente las orientaciones, políticas y usos del sitio.

Segmentación

Los medios sociales no van a desaparecer, es evidente. Pero van a segmentarse, para responder más directamente a necesidades más especificas de comunidades más bien identificadas. Considerando la competencia entre los imperios digitales Microsoft, Google e Apple, Facebook parece lo más vulnerable, a pesar del exceso du sus éxitos rápidos, o más bien a razón de ese exceso mismo, espectacular pero superficial y sin estructura. Las comunicaciones sin contenido corren como el agua, de un vaso a otro sin fijarse. Otra metáfora: las contaminaciones virales se mueven como bloques con precisión, pero imprevisibles como bancos de pescados o bandadas de papagayos. El futuro próximo de Facebook es más que incierto. Arrastrado por su éxito, no estará capaz de reconfigurarse definiendo más precisamente sus objetivos y funcionalidades en tiempo para no perder el favor de la próxima generación de jóvenes y de los usuarios adultos hoy vinculados a su éxito.
Hervé Fischer

Aucun commentaire: