2008-05-15

LA DIGITALIZACION DESCOLONIZADORA

escultura de un artista cubano *

Por cierto no hay que confundir progreso con desarrollo. En el caso de las tecnologías digitales, el progreso es cierto, ¿pero conllevará automáticamente a un desarrollo humano? No es una certitud. En un primer momento se constata ciertamente que la fractura digital aún concierne, a pesar de lo que se diga, al 85% de la población mundial y contribuye ampliamente a fortalecer el poder de los países desarrollados del Norte sobre las sociedades desposeídas del Sur. Pero en relación con el futuro, ¿será acaso una fatalidad? Por supuesto que no. Desde ya podemos observar que muchos organismos con fines humanitarios hacen uso de las tecnologías digitales como una poderosa herramienta de desarrollo, ya sea para denunciar las violaciones de los Derechos Humanos, consolidar las micro iniciativas económicas, o para la prevención y la educación. La digitalización ayuda también a las agrupaciones locales para comunicarse a través de internet cuando las infraestructuras de transporte son deficientes. He podido comprobar personalmente en África, en particular en Ruanda, en el caso de las redes femeninas, que intercambian de esta manera las informaciones y coordinan sus acciones en favor de las familias víctimas del genocidio.

Festival de cine pobre de Gibara

Acabo de participar en Cuba, en la pequeña ciudad periférica de Gibara, en el Festival de Cine Pobre, iniciado por el conocido realizador Humberto Solás, quien reúne a los productores y a los realizadores del cine de ficción, documentales y social de numerosos países, especialmente América Latina, que sólo disponen de presupuestos reducidos pero son capaces, gracias a la digitalización, de producir y de difundir. Allí me encontré también a representantes de los pueblos indígenas de Bolivia, Perú y Brasil, que ponen en manos de los grupos autóctonas las cámaras digitales para promover sus propias culturas. Incluso con recursos financieros mínimos, estas iniciativas permiten crear y hacer circular documentales de calidad. Es la virtud del cine digital. Sabemos que en África existen gestiones similares, realizadas especialmente con camionetas equipadas por el CNA (siglas en francés) el Cine Digital Ambulante. De igual manera, desde el 2004, el Office National du Film de Canadà lanzó el proyecto Wikiponi, llevado a cabo por la realizadora Manon Barbeau: jóvenes autóctonos producen documentales y corto metrajes de ficción sobre las culturas y la vida de los Attikameks y los Algonquinos. De esta manera hallan y revalorizan sus raíces identitarias.

En la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información en Ginebra del 2003 pudimos observar un abuso precisamente de la información durante la evocación del progreso extraordinariamente rápido que habrian hecho los países del Sur en relación a la utilización de las tecnologías digitales. Yo recuerdo las palabras de la primera ministra de Bangla Desh que pretendía hacernos creer que la población de ese país, pobre entre los pobres, disponía de un acceso cada vez mas generalizado de Internet. Recuerdo entre otros, un documental donde los pescadores senegaleses consultaban a través de Internet los cursos mundiales del precio del pescado en sus embarcaciones que los llevaban a los puertos donde iban a vender el producto de su captura en el mercado. Ya ni siquiera se oye hablar del Fondo de Solidaridad digital oficialmente lanzado en Ginebra en el 2005 en presencia de varios Jefes y Hombres de Estado por el Presidente Abdoulaye Wade, declarado « padre fundador de la Solidaridad Digital ».

Pero más allá de las gestiones simbólicas, gracias a internet, redes digitales de solidaridad se constituyen entre los organismos humanitarios, los grupos minoritarios , los autóctonos canadienses, chilenos, norteamericanos, etc. Modestamente, pero de manera evidente, los accesos a internet se multiplican en las zonas alejadas, en los poblados de adobe. Los animadores sociales, los maestros, los auxiliares médicos pueden presentar en pantallas de fortuna, los documentales en DVD que los ayudan a trabajar en la prevención y en la educación. Con las imágenes de video, pueden sobrepasar el obstáculo del analfabetismo. Además los grupos más activos establecen a través de internet intercambios regulares entre sí. De esta manera , Ivan Sanjinés, director boliviano del CEFREC, el Centro de Formación y Realización Cinematográfica, trabaja con la CLACCPI – Coordinadora Latina de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas, con la AIDESEP, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, así como con Mugarik Gabe, dirigida por Carlos Vásquez en Bilbao y con la Agencia Española de Cooperación Internacional para organizar encuentros internacionales. Gracias a la digitalización, y particularmente gracias a internet, las poblaciones amerindias pueden a partir de ahora producir no solamente su propio cine, sino también sus medios de información. Se trata de una etapa esencial en la lucha de estas sociedades marginadas por la colonización, para mantener vivas sus culturas, sus lenguas y sus identidades, y para hacer reconocer sus derechos fundamentales, tradicionalmente negados por los medios controlados por los poderes políticos y económicos centrales.

El digital "libertador"

Asistimos pues a las primeras iniciativas de una revolución político digital, que va a democratizar la información en general y permitir en particular a los grupos sociales minoritarios y periféricos que tomen la palabra en su nombre propio y que asuman su desarrollo en una dinámica de alternativa autónoma. Así, en Guatemala, Rigoberta Menchu, Premio Nobel de la Paz en 1992, lanzó el 23 de abril del 2008 un canal de televisión indígena, TV Maya, que emite en las 23 lenguas mayas. Este "canal-luz, voz e imagen de los pueblos mayas" sólo tiene tres emisiones al día. Y su presupuesto anual de lanzamiento limitado a $264 000$, no le permitiría existir sin las nuevas posibilidades que ofrecen las tecnologías digitales. Cine y TV pobre digitales permitirán a los pueblos colonizados retomar la palabra en su nombre propio. Paradójicamente, mientras que se veía que lo digital era un instrumento poderoso del neoliberalismo y de la globalización en el sentido americano, se podría pensar que la digitalización contribuirá a la descolonización y al desarrollo. Podemos esperar pues la emergencia de un nuevo mundo en 3D: Diversidad, Desarrollo, Descolonización. Dicho en inglés sintético, esto tiene más resonancia: Un mundo libre, en free D!
Hervé Fischer
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* Por favor he perdido su appellido. informame. hf

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